La necrópolis etrusca de Banditaccia se encuentra en una alta toba al noroeste de Cerveteri (RM), y en sus aproximadamente 400 hectáreas hay muchos miles de tumbas (el vallado y visitó parte está a sólo 10 hectáreas y cuenta cerca de 400 montículos), la más antigua en el período de Villanova (siglo IX aC) hasta la más "reciente" de la época etrusca (siglo III aC).
Su origen hay que buscarlo en un núcleo de tumbas de Villanova en la ciudad de Cava puzolana, y el nombre "Banditaccia" se deriva del hecho de que desde el final de la zona está "prohibida", es decir, arrendado a través de concurso, por los propietarios de Cerveteri para la población local. Vista su grandeza, la Necrópolis de Banditaccia es la más grande necrópolis antiguas en toda la zona mediterránea.
Las tumbas más antiguas son de Villanova (siglo IX aC por el siglo VIII antes de Cristo), y se caracterizan por la forma de la cabina del piloto, donde se guardaban las cenizas de los difuntos, o las fosas para el entierro. A partir del siglo VII aC, la época etrusca, tiene dos tipos de enterramientos, el túmulo y aquellos "a morir". Estas últimas consisten en una larga fila de tumbas alineadas con regularidad a lo largo de las carreteras de enterramiento.

En la parte abierta de la Necrópolis de Banditaccia hay dos de estas calles, Via dei Monti Ceriti y Via dei Monti della Tolfa, que data del siglo VI aC. Los túmulos se caracterizan por una estructura de toba circular que encierra dentro de una representación de la casa del difunto, con un corredor (dromos) para acceder a las distintas habitaciones. El gran detalle el interior de estas tumbas ha permitido a los arqueólogos a tomar conciencia de los hogares que utilizaban los etruscos.
Para este propósito el mejor entierro parece ser la "tumba de los relieves", que data del siglo IV aC y perteneció a la familia de Matunas, como se lee en las inscripciones: el interior de la tumba se conserva en muy buen estado, lo que permite ver también los frescos en las paredes y columnas (para esto, de hecho, esta tumba es la única de la Banditaccia que no puede ver, pero el interior es visible a través de un cristal, debido a la especial sensibilidad de los frescos).

La mayoría de los astefactos de los enterramientos "recientes" del siglo III aC  encontrados en la necrópolis se encuentran en el Museo Nacional Etrusco de Villa Giulia en Roma y en muchos otros museos de todo el mundo, mientras que sólo una pequeña parte de los objetos funerarios encontrados en el sitio se conserva en el Museo Nacional de Cerveteri arqueológico.
Desde julio de 2004, la necrópolis de Banditaccia, junto con la de Monterozzi Tarquinia, se unieron a la lista de sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

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